Tenemos microorganismos por todo el cuerpo, que si encuentran en la cantidad y tipo adecuado no nos hacen daño, al contrario, son beneficiosos.
Los del intestino los llamamos microbiota intestinal y la mayor parte están en el intestino grueso (el colon). 🦠️
Las características fundamentales de tu microbiota intestinal estarán determinadas en gran parte durante tus tres primeros años de vida (estudio).
Según que tan buena sea tu alimentación, el contacto con la naturaleza, tu exposición a tóxicos o el estrés, lograrás que las buenas bacterias adquiridas durante la infancia puedan sobrevivir durante años o dejen lugar a otros tipos de microorganismos no tan beneficiosos.
Es una cuestión de equilibrio. Cualquier tipo de alteración en la cantidad o el tipo de microorganismos que habitualmente viven en nuestro cuerpo se lo llama disbiosis.
Y de eso justamente quiero hablarte, de un tipo de disbiosis llamado SIBO.
¿Qué verás en este artículo?
- ¿Qué es SIBO?
- ¿Qué puede causar el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado?
- ¿Cómo puedo saber si tengo SIBO?
- Aspirado duodeno-yeyunal con cultivo.
- Pruebas del aliento.
- ¿Cómo evitar que las pruebas del aliento salgan mal?
- ¿Se puede tener SIBO y tener una vida sin dolor?
¿Qué es SIBO?
Las siglas SIBO significan sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (por sus siglas en inglés small intestine bacterial overgrowth) y se lo asocia al crecimiento de bacterias localizadas en el intestino delgado que se parecen a las que viven en el intestino grueso.
Cada órgano tiene una función:
✔️ Boca: Mastica el alimento y se empiezan a digerir los azúcares
✔️ Esófago: Traslada la comida desde la boca al estómago.
✔️ Estómago: Es como una gran licuadora que digiere todo a partículas muy pequeñas, casi listas para ser absorbidas por el intestino delgado.
✔️ Intestino delgado: En él se absorben TODOS, los nutrientes (carbohidratos, proteínas, grasas, minerales, vitaminas) MENOS, el agua y la fibra.
✔️ Intestino grueso o colon: Es el responsable de absorber agua y fermentar esa fibra ( de esto último se encargan nuestra microbiota), también es el responsable de contener los gases producidos por la fermentación bacteriana normal y de solidificar la materia fecal.

El intestino delgado es una parte del aparato digestivo.
Cuando la comida digerida por el estómago llega al intestino delgado y se encuentra con gran cantidad de bacterias (donde no debería de haberlas) se arma el problema.
La microbiota empieza a comer fibra (y muchas veces algunos FODMAP – carbohidratos fermentables del trigo-) y producen gas como desecho. Este gas no es bien manejado por el intestino delgado (recuerda que su función es absorber, no contener).
De acá surgen todos los síntomas del SIBO: gases, el dolor, la panza hinchada, diarrea o estreñimiento.
¿Qué puede causar el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado?
El sistema gastrointestinal completo, incluido el intestino delgado, normalmente produce «ondas» que lo van limpiando de bacterias para que estas no se acumulen. Estas ondas las genera el llamado complejo motor migratorio (CMM).
Cuando no se producen las ondas (o se mueven más lentamente – hipomotilidad-), el contenido puede llegar a detenerse y empezar a acumularse bacterias que habitualmente no se encuentran en el intestino.
Es decir, todo aquello que hace que se detenga o enlentezca el movimiento del pasaje intestinal de un compartimiento a otro dentro del intestino, aumenta la probabilidad de SIBO.
Otro factor importante para el desarrollo del SIBO es el uso de forma crónica de «protectores gástricos» de la rama de los «azoles». Estos medicamentos disminuyen la acidez gástrica normal, impidiendo que este «desinfectante natural» actúe de manera correcta. De esta manera pasan desde el estómago al intestino delgado bacterias que nunca deberían de haber pasado.
Una causa importante y que poca relevancia se da es el tipo de alimentación moderna donde predominan los ultraprocesados.
Este tipo de alimentos (snacks, barritas de cereal, bollería, comida congelada, dulces, cereales de desayuno, etc.) carecen de fibra y son extremadamente altos en azúcares, aditivo y demás componentes que afectan a tu microbiota predisponiendo al SIBO.
En la tabla siguiente te detallo los distintos factores que favorecen el desarrollo de SIBO en el intestino delgado que se conocen hasta el momento.

¿Cómo puedo saber si tengo SIBO?
Como ya hablé en otro artículo, el síntoma más frecuente que tienen los pacientes con SIBO es el «como y me hincho», pero es un síntoma inespecífico porque existen distintas enfermedades que pueden hacer que te sientas así.
Además, la manera de presentarse el SIBO puede variar en cada persona, lo que lo hace aún más complejo de estudiar. Por eso es importante que concurras a un especialista en gastroenterología.
Hay que hacer estudios iniciales básicos para descartar otras enfermedades más frecuentes que pueden tener síntomas similares.
La hinchazón que provocan los gases por el sobrecrecimiento bacteriano es muy común, pero no todas las personas con SIBO tienen distensión abdominal, ni todas las personas con distensión abdominal tienen SIBO.
Si todos esos estudios iniciales han salido bien, entonces tu médico puede utilizar diferentes métodos diagnósticos.
Aunque no existe un acuerdo generalizado sobre cuál es la mejor prueba diagnóstica para diagnosticar esta enfermedad, existen hasta el momento tres opciones (estudio).
Aspirado duodeno-yeyunal con cultivo
Fue uno de los primeros métodos diagnósticos y muchos lo consideran el método referente (patrón oro).
Se realiza una endoscopia alta, colocando un tubo hasta llegar al yeyuno (una parte de tu intestino delgado) , luego se aspira líquido que hay dentro, se cultivaba el líquido aspirado y se observaban el número y tipo de microorganismos que crecen en ese cultivo.

Ha sido difícil establecer un consenso entre los médicos para decir a partir de qué cantidad se considera que una persona tiene SIBO.
La mayoría de las investigaciones aceptan que un número de bacterias en el intestino delgado mayor a 105 unidades formadoras de colonias de bacterias por mililitro de muestra (mayor a 105 UFC/ml) es diagnóstico de esta enfermedad.
Pero el aspirado duodeno-yeyunal con cultivo, se trata de una prueba agresiva, costosa, poco práctica y a veces no muy fiable.
Pruebas del aliento
La pruebas del aliento son los métodos diagnósticos de SIBO más ampliamente disponibles y menos costosos.
Detectan la presencia, en el aliento de los pacientes, de gases metano (CH4) e hidrógeno (H2). Existen también de Sulfuro, pero aún no está ampliamente distribuido y es controversial su uso.
El humano no tiene una buena capacidad de eliminar estos dos gases a través del tubo digestivo, por lo que pasan a la sangre y el pulmón (a través de la respiración) es el encargado de eliminarlos.
Ahora… ¿cómo hacemos para medirlos en nuestro aliento? Recuerda que estos gases los producen las bacterias de tu colon. Te cuento cómo.
Tanto la lactulosa como la glucosa son hidratos de carbono (azúcares), los «alimentos preferidos» de las bacterias que abundan en tu intestino grueso.
⚠️ NOTA ¡Cuidado que es lactulosa, no tiene nada que ver con la lactosa! ¡Nada que ver con la leche, ni la intolerancia a la lactosa!
Cuando te hacés esta prueba ta van a pedir que ingieras un cierto preparado con alguno de estos azúcares.
Al llegar a tu interior intestinal, las bacterias «comerán estos hidratos de carbono con mucho gusto», fermentarán y emitirán gases: hidrógeno y metano que saldrá expedido en tu aliento y se registrará en una curva.
Es algo así, como si tus bacterias del colon comen estos hidratos de carbono y eructan después de comer.
No te preocupes de que esto es “fisiológico” o sea completamente normal, lo que no es normal es donde están ubicadas esas bacterias.

Sigamos.
Normalmente, estos azúcares tardan en llegar unos 90 minutos hasta tu intestino grueso después de haberlos ingerido.
Si hay un exceso de bacterias de tipo colónicas en el intestino delgado, los niveles de hidrógeno o metano (que se mide en partes por millón o sus siglas PPM) suben mucho (más de 20 PPM en comparación con la medición inicial) y en más rápido de lo habitual.
Por ejemplo, se considera positivo cuando tu medición inicial es de 12 PPM y antes de los 90 minutos llegás a 34 PPM.
También, otra forma de saber si tenés SIBO es que tu médico especialista realice un cálculo matemático más complejo, llamado área bajo la curva y que ese valor te indique que la prueba dio positiva.
¿Cómo evitar que las pruebas del aliento salgan mal?
A veces, las personas que sí tienen SIBO la curva del test les sale plana, como si no hubieran salido gases (esto se lo llama falso negativo). Ya que si o si debería de emitir una curva cuando estos azúcares lleguen al colon (donde SI habitan bacterias de forma normal).
Para evitar estas situaciones es recomendable que:
- No hayas tomado ningún antibiótico o probióticos en el último mes previo al test.
- No consumir medicamentos que alteren al sistema gastrointestinal (como ser antiácidos, enzimas digestivas, medicamentos para el dolor) en las 2 semanas previas al estudio.
- No comas alimentos ricos en fibras (verduras, panes integrales o frutas) el día anterior a la prueba.
- No realices la prueba si tienes diarrea.
- Te encuentres en ayunas 12 horas antes de consumir el líquido con lactulosa o glucosa que te hayan indicado.
- Evites lavarte los dientes o enjuagártelos con colutorio en día de la prueba.
Los resultados de las pruebas del aliento pueden ser variables debido a diversos factores, tales como los tipos y proporciones de las bacterias colonizadoras, si existen o no carbohidratos residuales, la capacidad de absorción intestinal e, incluso, la edad y el sexo del paciente.
Aunque las pruebas del aliento son bastante buenas para el diagnóstico, los especialistas no tenemos un criterio unificado con respecto a la interpretación.
¿Se puede tener SIBO y tener una vida sin dolor?
La respuesta es sí. 😉
Una vez confirmado tu diagnóstico (habiendo descartado todas las otras posibles enfermedades) existen pautas que te pueden ayudar a mejorar tus hábitos en tu alimentación y tratamiento específicos para el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado.
En el próximo artículo te explicaré el tratamiento completo del SIBO.
Dentro de gastromente contamos con nuestro programa «SIBO 2.0» que justamente nos abocamos a este paso a paso guiado y acompañando a las personas para que logren sentirse bien y tener un diagnóstico de lo que les sucede.
🐛¿Te picó el bichito de la curiosidad y querés saber un poco más del programa?
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