Seguramente, si llegaste aquí, sos de las personas que está buscando saber ¿Qué es esa «famosa» dieta cetogénica o keto? ¿Pará qué sirve? ¿Puede serme útil?
No sos el único.
Hay muchas personas que se encuentran como vos.
Si además tenés esa sensación de que te cuesta dejar de comer dulces, sentís que aumentás cada vez más de peso, cuando intentás hacer una dieta te quedas con hambre, pero estás convencido de que querés empezar un proceso para cambiar esta situación.… ¡Este artículo es para vos!
Hace años que la búsqueda de información en internet sobre dieta cetogénica, como una solución a estos problemas, creció significativamente.
No lo digo yo, lo dice Google.

A pesar de esta creciente tendencia, la gran mayoría de las personas se queda con la definición «superficial» sobre esta dieta.
¿Te gustaría aprender de verdad qué es, que no es y para qué sirve la dieta cetogénica?
¡Genial! Dejame que te explique un poco más.
¿Qué verás en este artículo?
- ¿Qué es la dieta cetogénica?
- Lo que no es una dieta cetogénica.
- No es un estilo de alimentación
- No es la dieta salvadora de los malos hábitos
- ¿Esto de la dieta cetogénica es novedoso?
- Entonces, ¿para qué sirve una dieta cetogénica?
¿Qué es la dieta cetogénica?
Empecemos por lo más importante es una dieta y el término «dieta» se aplica a algo que es temporal.
Una dieta es como interruptor de luz. Lo prendemos cuando queremos luz y lo apagamos cuando ya no necesitamos esa iluminación.
La dieta cetogénica es igual, empieza y termina.
Es una herramienta que te permite gastar tu grasa acumulada como combustible principal, pero para que eso suceda, tenés que reducir de forma importante el consumo de carbohidrato.
👉 ¿De qué carbohidratos estoy hablando?
Me refiero a cereales (como el trigo o el arroz), tubérculos (como papa o yuca), frutas de alto índice glucémico (como la banana o el melón).
La idea es priorizar carnes (de todo tipo y color siempre y cuando no sean procesadas), verduras (rúcula, zuchinni o calabacín o, coliflor) y frutas de bajo índice glucémico (como los arándanos).
De esta manera tu cuerpo deja de utilizar azúcar como combustible principal para funcionar y pasa a utilizar grasa (la que vos y yo tenemos almacenado).
Es decir que con esta dieta se produce un cambio en tu metabolismo normal (que siempre emplea azúcar de forma prioritaria) llevándolo a un estado de cetosis (producción de cuerpos cetónicos idealmente partir de la grasa).
⚠️ ¡Cuidado!, que cetosis no es lo mismo que cetoacidosis.
La cetoacidosis solo de se da en enfermedades como son la diabetes mellitus o pancreatitis (en situaciones en las que o no hay insulina o esta es inefectiva).
Quizás estés un poco perdido con tanto nombre técnico, así que voy a darte un ejemplo práctico.
Imaginate que sos un auto y tu fuente de energía son la nafta y el gasoil.
Tu auto usa habitualmente el tanque de nafta (azúcar) porque lo puede consumir más rápido y con menos esfuerzo.
En cambio, tenés en el baúl de tu coche tu otro tanque, el de gasoil, que suele estar lleno porque no podés acceder fácilmente (grasa acumulada).

Una dieta cetogénica, bien hecha, te permite cambiar tu fuente de energía de rápido acceso, la nafta (el azúcar) para empezar a gastar el gasoil de tu baúl que es un combustible más limpio y dura más (la grasa).
Por eso es que la cetosis es un proceso normal (fisiológico) de nuestro cuerpo. Es otra forma de utilizar energía, pero habitualmente no utilizamos.
Existen varios estudios que han comparado esta dieta con otras.
Uno de los más recientes (Bazzano 2015) realizado en 148 personas que fueron asignadas al azar a seguir una dieta cetogénica (dieta muy baja en carbohidratos con menos de 40 gramos al día) o debían seguir una dieta baja en grasas durante un año. Este estudio demostró que aquellos que estuvieron ejecutando la dieta cetogénica, además de perder 3,5 kg más que el otro grupo, también tuvo una mejoría los niveles de colesterol, HDL, triglicéridos y otros factores habitualmente asociados al aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares como infartos cardíacos o accidentes cerebrovasculares.
Lo que no es una dieta cetogénica
Muchas personas tienen las siguientes ideas, que son erróneas sobre la dieta cetogénica:
No es un estilo de alimentación
Sí, tal vez has escuchado que hay personas que dicen vivir en este estado de cetosis, pero eso no se ha demostrado aún que sea algo saludable a largo plazo (aunque admito que estoy dispuesta a cambiar de opinión eventualmente…lo estoy analizando. 🤔)
Si estás queriendo empezar un proceso de cambio, esta dieta es para vos.
Es como un empujón anímico y físico inicial, pero no es algo que se deba sostener en el tiempo.
Tu cerebro «disfruta más» de salir a buscar su energía consumiendo los hidratos de carbono y no de las grasas, por eso con esta dieta lo forzamos a gastar esta última.
Tu cuerpo siempre va a preferir utilizar la energía rápida (el azúcar), porque es menos trabajosa acceder a ella, que nuestras preciadas reservas de grasa.
¡Sí, somos máquinas perfectas de ahorrar energía!
Recuerda que sin esta característica distintiva (guardar el «épocas de abundancia», no hubiésemos sobrevivido como especie Humana.
Una de las revisiones más recientes (Di Rosa, 2020), en la cual se recolecta y analiza las investigaciones publicadas sobre dieta cetogénica a lo largo de los últimos años, ha llegado a la conclusión del efecto beneficioso que puede tener a corto plazo la dieta cetogénica, pero no a largo plazo. Para eso hace falta más investigaciones que observen a individuos por períodos de tiempo más prolongados.
No es la dieta salvadora de los malos hábitos
Los hábitos son acciones o actividades, que se logran y consolidan solo practicando diariamente hasta hacerse casi imperceptible en la cotidianeidad.
¡Y ahí está el error!
La idea cetogénica es ideal para comenzar un proceso de cambio.
Dentro de nuestro programa CetoMente nos enfocamos en enseñarte como dejar atrás los ultraprocesados y comer comida real (vas a experimentar lo que es sentirte saciado de verdad) y para empezar a moverte diariamente.
¡Te recomiendo esta dieta justamente con esa finalidad!
Especialmente si notás que estás muy adicto a los dulces, pastas, panificados. En este caso es ideal hacer un «ciclo de dieta cetogénica». Digo ciclo porque habitualmente se plantea como 4-6 semanas.
Yo personalmente lo hago dos veces al año y en mi programa CetoMente ayudo, a personas como vos, a realizar sus primeros ciclos y aprender con bases sólidas esta excelente herramienta.

¿Esto de la dieta cetogénica es novedoso?
Para nada.
El primer reporte en la literatura médica del uso del ayuno describiendo el estado de cetosis, como lo hace la dieta cetogénica, fue en 1911 por Guelpa y Marie en Francia.
Luego, Geyelin y Conklin publicaron reportes de varios casos de pacientes demostrando la eficacia del ayuno prolongado en el control de las convulsiones.
Sin embargo, fue en el año 1921, en que R. M. Wilder, de la Clínica Mayo, propuso el consumo de alimentos con una proporción baja en hidratos de carbono para generar fisiológicamente los cambios bioquímicos que ocurren durante el ayuno y la denominó «dieta cetogénica» atribuyendo efectos anticonvulsivantes a la producción de cuerpos cetónicos.
Luego, con la aparición de los medicamentos específicos para el tratamiento de las convulsiones, fue desapareciendo del radar de las noticias.
Entonces, ¿para qué sirve una dieta cetogénica?
La dieta cetogénica es una herramienta que puedes usar a tu favor cuando:
- Sentís que te cuesta retomar contacto con el real sabor de los alimentos.
- Sentís que te cuesta mucho dejar los dulces y la dependencia a las comidas.
- Cuando querés empezar a bajar de peso (específicamente grasa corporal) sin sufrir, sin morirte de hambre.
- Cuando querés aprender a diferenciar el hambre real del emocional, ese que te aparece cuando estás ansioso.
La dieta cetogénica funciona como una estrategia para dar un primer paso hacia un cambio o como un empujón para llegar a ese objetivo por el que ya venís trabajando
Dentro de CetoMente lo planteamos como el cambio que te permite retomar contacto con el real sabor, la cantidad adecuada de alimentos y de ahí hacer una transición gradual a una alimentación real que puedas sostener en el tiempo para mejorar tu salud.
¿Te gustaría empezar a dar ese primer paso?
Tengo dos propuestas para vos.👇
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